Memoria, Verdad y Justicia por Santiago Maldonado

El 1 de Agosto de 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, desapareció Santiago Maldonado luego de una fuerte represión de la gendarmería en la resistencia Pu Lof Cushamen, Chubut. En el procedimiento ilegal estaba presente Pablo Noceti, jefe de gabinete de la ministra de seguridad Patricia Bullrich.

Las tensiones entre la comunidad Mapuche de Cushamen y el gobierno de la provincia de Chubut eran crecientes. Ese mismo año el gobernador Pablo Durán, había tratado de terroristas a los/as/es miembros de la comunidad, además se había referido a ellos como miembros de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cuando eran en realidad pertenecientes al Movimiento Autónomo de Puelmapu (MAP). Esta comunidad reclamaba desde hacía dos años como propias las tierras que habitan ancestralmente y que habían sido vendidas al grupo Benetton.

En ese contexto habían sido reprimidos por gendarmería en enero de 2017, episodio en el que las fuerzas de seguridad dejaron heridas a varias personas, dos de ellas con heridas de gravedad; y además se llevaron detenidas a otras 11. Para agosto ya habían sido varios los episodios de violencia de la gendarmería hacia las comunidades, incluso habían detenido ilegalmente al lonko (líder de la comunidad) Facundo Jones Huala, por una causa por la que ya había sido juzgado. 

En este contexto los miembros de la comunidad realizaron un corte de ruta en pedido de la liberación de Jones Huala, manifestación de la cual participó Santiago Maldonado.

Era un joven de 28 años, artesano y proveniente de la ciudad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. Meses antes se había instalado en El Bolsón, Río Negro, a 70 km del Pu Lof. Si bien no era de la comunidad mapuche, se había sumado a su resistencia por las tierras y al pedido de libertad del Lonko porque sentía un compromiso social. Aquel día gendarmería realizó un violento operativo, Las fuerzas ingresaron dentro del territorio de la comunidad aun cuando sólo tenían permiso para intervenir en la ruta.

Los manifestantes huyeron de los disparos con balas de plomo defendiéndose con piedras, Santiago también huyó, pero él no pudo llegar a cruzar el río, lo agarraron antes. Este es el relato que los miembros del Pu Lof contaron a los medios y a organismos de Derechos Humanos desde el primer momento.

Aquí comenzó un recorrido lleno de mentiras y relatos cruzados. El 4 de Agosto, Sergio el hermano de Santiago asistió a una audiencia en el Juzgado de Esquel en donde gendarmería debía presentar un informe acerca del operativo realizado, el mismo no existió y aseguraron no tener detenido a Maldonado. No había respuestas por parte de las fuerzas, ni por parte del gobierno. La Prefectura Naval realizó rastrillajes del Río Chubut a orillas del Pu Lof  Cushamen, en dónde se encontraron pruebas de que Santiago había estado en aquel lugar, aun en éstas condiciones el Juez Federal de Esquel Guido Otranto declaró que las pruebas para afirmar que Santiago había sido detenido no eran suficientes. El 8 de agosto, cuando todo el país estaba al tanto de la desaparición de Santiago, a pesar del intento del grupo Clarín de no incluir en la agenda este suceso, la entonces Ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich ofreció una recompensa de $500.000 para quien aporte información acerca del paradero de Santiago Maldonado. No sólo negó el relato de la comunidad mapuche, sino que declaró que el joven “habría sido visto por última vez el día 1 de agosto de 2017 en el paraje Vuelta del Río y/o Paraje Leleque, Departamento de Cushamen, provincia de Chubut, desconociendo al momento su paradero» según una entrevista de la Agencia de noticias Télam.

Hubo numerosas «omisiones» de los uniformados y funcionarios del Poder Ejecutivo y el Ministerio de Seguridad al mando de Patricia Bullrich, más bien orientadas a desviar el eje de los hechos para encubrir el accionar represivo, tales como el borrado de todas las conversaciones de sus teléfonos así como del tramo de filmación clave, la reticencia a entregar pruebas, la difusión de versiones que lo ubicaban a Santiago fuera de Chubut mientras estaba desaparecido y el espionaje a su familia, allegados y testigos mapuches.

Al discurso de la Ministra que sólo dejaba en evidencia la complicidad del gobierno nacional con el accionar de la gendarmería, se sumó el tratamiento mediático que no hacía más que descalificar la investigación y el reclamo de justicia, difundiendo discursos de criminalización y demonización hacia la comunidad mapuche, hacia Santiago, su familia. Y en cambio el favor del accionar violento de la gendarmería.

El caso de Santiago fue el tema del que habló todo el país durante semanas, los medios hegemónicos no pudieron ignorar el caso porque en redes sociales la comunidad entera exigía justicia por Santiago. El trabajo de los organismos de Derechos Humanos y los medios de comunicación alternativos fueron una pieza clave en un terreno informativo que estaba completamente intervenido por las maniobras de un Estado represor. El 11 de agosto, miles de personas a lo largo y ancho del país reclamaron la aparición con vida de Santiago Maldonado, días más tarde el caso ya tenía repercusión internacional, la Interpol incorporó a Santiago a su listado de personas perdidas.

 En simultáneo el accionar por parte del Ministerio de Seguridad no tomaba rumbos distintos, como se expresa en la cronología del caso armado por los familiares de Santiago, el 16 de agosto: “ Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad, expuso en el Senado ante la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico, allí relativizó los operativos de Gendarmería, cuestionó la contribución de la familia, la hipótesis de la desaparición forzada y el tiempo que pasó hasta que se presentó el caso en la justicia . Fue desmentida unas horas después”.

Fueron muchas las cosas que se dijeron e hicieron mal día a día desde lo ocurrido en Cushamen, tanto que el 23 de agosto la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó una medida cautelar para que el Estado argentino tomara las medidas necesarias para encontrar a Santiago y requiere que “se informe” sobre el procedimiento llevado a cabo hasta ese entonces en la investigación. Luego de este hecho la Fiscalía Federal de Esquel, cambia la carátula del caso a “desaparición forzada de persona” y pone el foco en la investigación de Gendarmería y el Ministerio de Justicia. (https://www.eldestapeweb.com/desaparicion-forzada-la-nueva-caratula-la-causa-santiago-maldonado-n32527)

El 1 de Septiembre se realizó otra marcha multitudinaria por la aparición con vida de Maldonado, se estima que unas 250.000 se movilizaron en la provincia de Buenos Aires, y muchos miles más en todo el país. Tras este acontecimiento las tapas de Clarín y La Nación publicaron “La marcha por Maldonado terminó con violencia: 20 heridos y 23 detenidos”. (Titular de Diario Clarín del 2/9/2017) y “Terminó con serio incidentes la marcha que reclamó por Maldonado” (Titular de La Nación 2/9/2017).

El cuerpo de Santiago fue hallado el 17 de octubre flotando en el Rio Chubut, dentro del Pu Lof 300 metros aguas arriba del lugar por donde había cruzado el río Chubut el primero de Agosto,  a 77 días desde su desaparición.

El 18 de octubre aparece una imagen de Santiago Maldonado con vida, escapando de gendarmería, la misma fue tomada por las fuerzas de seguridad el 1 de agosto, es decir que contó con esa prueba durante toda la investigación.

En febrero de este año el caso Maldonado llegó a la corte suprema por cuarta vez, luego de ser recusado por tercera vez y finalmente apartado de la causa el Juez Federal Gustavo Lleral quien, como declaró la familia de Santiago en un comunicado del 27 de diciembre de 2019, había sido “el mismo que rechazó todas las medidas de prueba que pidió la familia Maldonado, el mismo que no realizó ninguna investigación ni efectiva ni exhaustiva y mucho menos imparcial, y el que cortó la cadena de custodia del DNI de Santiago y que, en un fallo totalmente absurdo, sentenció que Santiago se había ahogado solo y que no había ningún culpable de ese hecho”.

En un nuevo aniversario de su desaparición y muerte, entendemos que lo sucedido con Santiago ocupa otra triste y trágica página de la historia argentina, donde la violencia de las fuerzas de seguridad al amparo del poder judicial y político, producen otro hecho aberrante que sin duda nos compromete con la búsqueda y exigencia de memoria verdad y justicia por Santiago Maldonado.