Rosa se encadenó para pedir que separen al fiscal que no busca a Miguel

Foto Gabriela Hernández

Foto Gabriela Hernández.

El mismo día a en que se cumplieron 23 años del secuestro y desaparición de Miguel Bru, su mamá se encadenó en la puerta de la fiscalía de La Plata para pedir que separen al fiscal Fernando Cartasegna, a cargo de la búsqueda del cuerpo de Miguel.  

Acompañada por otras madres de víctimas de violencia institucional, Rosa Schonfeld de Bru se ató con cadenas a las escalinatas del edificio mientras esperaba que el fiscal general Héctor Vogliolo reciba su pedido. En el escrito, pidió que se aparte de la búsqueda al titular de la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) 4, Fernando Cartasegna.

“Hace 10 meses que la búsqueda de mi hijo está inactiva. Al fiscal Cartasegna no le interesa la búsqueda de Miguel. Lo ha demostrado en más de una oportunidad. En los seis años que está actuando en la causa hizo solamente dos rastrillajes, uno en Berisso y otro en la plata” expresó Rosa. La larga cadena la unía por la cintura con otras  diez madres de otras víctimas de la violencia policial, como la madre de Ezequiel Demonty, de Sebastián Bordón y Edgardo Godoy, entre otros.

El reclamo frente a las fiscalías se produjo en el mismo día en que se cumple un nuevo aniversario de aquel 17 de agosto de 1993, cuando el subcomisario y jefe del servicio de calle de la Comisaría Novena de La Plata, Walter Abrigo, y el sargento primero Justo López, secuestraron a Miguel, lo llevaron a la Comisaría Novena, lo torturaron hasta asesinarlo, y luego desaparecieron el cuerpo.

“Hace 23 años que nos venimos preguntando lo mismo: ¿Dónde está miguel? Y la necesidad es la misma que el primer día: que se investiguen todas las pistas hasta que aparezca Miguel. Pero no podemos investigar porque esa una la decisión que tiene que tomar el fiscal”,  de Rosa.

A las 19 hs. el reclamo continuará con la tradicional Vigilia que se realiza todos los años frente a la Comisaría Novena de La Plata, donde Miguel fue visto con vida por última vez hace 23 años, y torturado hasta la muerte por policías que tras seis años de lucha fueron condenados en 1999.